Vamos a ver, has hecho todo bien y consigues salir con una adorable chica, pero al terminar la cena llega el camarero y te preguntas ahora ¿el hombre debe pagar siempre en la primera cita? ¿quién debería asumir dicha responsabilidad? ¿hombres o mujeres?
Una primera cita es sin duda la primera oportunidad de que tu acompañante logre conocerte y además de paso a una segunda, así que como es normal no te gustaría para nada meter la pata ¿no es así?
Una buena ropa, un buen perfume y una buena conversación serían grandes aliados para impresionar a tu futura conquista, pero qué sucede cuando hace la aparición el tercer personaje de dicho gran momento, me refiero al sujeto denominado camarero, el cual aparece en escena con la querida cuenta en las manos.
¿Qué hacer? ¿cómo hombre debería pagar la cuenta en dicha primera cita? ¿esperar que ella se adelante? o ¿decirle que lo pagamos a media? ¿cómo coño proceder?
En realidad la situación parece ser algo sin importancia, pero realmente puede suponer un mal final para dicha velada, un lugar romántico, una conversación para nada aburrida, risas y un juego de seducción mutua, todo esto sin duda podría echarse a perder por no soltar un par de sucios billetes.
Si eres el tipo que suele toser al ver la cuenta para ver si ella dice algo al respecto, te diré que estás en graves problemas, si no es tu caso quizás seas de los que saca lentamente tu vieja billetera, es decir como en cámara lenta teniendo la leve esperanza de que tu dulce acompañante diga que paga la mitad … lamentablemente también lo estás; por otra parte si justo en ese momento ella se levanta para dirigirse al baño, pues ahora lo tienes mucho más difícil y todo esto en un primer encuentro ¿quién debería pagar?
El Dilema sobre Quién Debería Pagar en la Primera Cita
Tristemente este gran dilema sobre quién debería aflojar la billetera en dicha cita, normalmente ocurre porque la mayoría de hombres tenemos grabado en la mente que una cita debe ser si o si en un lugar caro y mucho peor si tu concepto de primera cita es quedar para «cenar o almorzar»; imagínate por un minuto que tu primera cita es simplemente tomar una taza de café, comer unas hamburguesas o beber sólo unos botes de Coca Cola, todo esto en un lugar tranquilo y con cierto romanticismo ¿acaso te resultaría relativamente caro? ¿acaso te molestarías en preguntarte… ahora quién paga? por supuesto que no, y además lo harías con gusto ya que no sería demasiado para tu bolsillo a cambio de disfrutar de una agradable compañía femenina ¿no es así?
Una vez aclarado esto y por el motivo que sea te encuentras en un restaurante en el momento de la verdad, donde tu principal enemigo es el dichoso mesero que hace su aparición con la puta cuenta, es hora de hacer lo que un hombre debe hacer siempre, es decir pagar la primera cita.
¿Por qué debería pagar yo la cuenta? pagar la cuenta de dicha primera velada es parte de la caballerosidad, y aunque no haya nada escrito, ella siempre lo agradecerá, no te abrirá las piernas, ni se pondrá de rodillas ni nada por el estilo, pero es la manera en la cual, tú como parte masculina de la relación se mostrará como alguien capaz de proveer y cuidar a la otra parte, la mujer; por lo tanto, debes asumir los gastos, sería un punto más a tu favor ya que a la mayoría de mujeres no desean descubrir en un primer encuentro que su futuro chico es un tacaño en potencia.
Que la primera cita la pague el hombre, es un acto que aunque muchas mujeres digan que no, es parte de su masculinidad, galantería y educación si no lo haces y dices algo como: «lo pagamos a medias» o se nota que sacas la billetera con cierto disgusto echarás todo tu encanto al garete, así que se hombre y paga los gastos con naturalidad y satisfacción. Pagar dicha cuenta no te garantizará que seas quien la ponga en cuatro patas esa misma noche, así que no sueñes que puedes comprar el deseo o ciertos sentimientos pagando todo, invitarla es parte de su primera impresión, así que asume como si dicho pago pertenece a las muchas cosas que debería conocer de ti y nada más, por supuesto que tampoco quiero decir que tú siempre debas asumir las facturas en todas las citas, estamos hablando de la primera, sobre las demás ya hablaremos a su debido tiempo.
Así que recuerda, ten presente que una cita no es únicamente una cena y segundo que ninguna mujer desea un hombre tacaño en una primera cita. Salut!
Seducción 16
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