La seducción no es ningún golpe de suerte, cada característica, detalles atractivos y una determinada experiencia se logra a base de una gran constancia y dedicación, por lo tanto para ser un seductor deberás olvidarte de esperar que una especie de magia haga por sí sola todo el trabajo.
Dicha magia hará su aparición sólo cuando tú estés dispuesto a hacerla fluir y seas capaz de crearla de la forma adecuada, pero lamentablemente cuando empieces a hacerlo te aparecerán obstáculos que frenaran tu avance y tu futuro éxito ¿quién o qué podría obstaculizar mi éxito como seductor?
Un gran dicho dice que el principal enemigo de un hombre es su propio pensamiento, pues aunque no lo creas lo es, lo es en muchos campos, sobretodo en el que nos interesa, como es en el caso de las relaciones y el conseguir un romance.
No Frenes tu lado Seductor
Tu tipo de pensamiento anti-seductor te obligará a no avanzar, a morderte la lengua cuando en realidad deseas decir alguna frase a aquella mujer que tanto te interesa, evitará que empieces una primera conversación con el tipo de mujer que te gusta, en definitiva te encadenará los pies a la tierra sin poder hacer nada al respecto.
Como es normal y es un hecho, más de un pensamiento como un “tal vez” o un “quizás” brotará de tu mente negativa, es decir pensamientos como:
¿Tal vez tenga novio?
¿Tal vez no quiera hablar con nadie?
Es muy guapa, así que quizás no le gusten los tipos como yo.
¿A lo mejor le gusto? pero, quizás no funcione… tal vez… tal vez…
Estas frases al igual como muchas de este tipo, simplemente lograrán que tu vida continúe como siempre, es decir sin ningún cambio, sin ninguna mejora en tu vida afectiva y sexual. El siguiente video te dejará muy claro este tema, seguro que te sientes identificado con el personaje y te encuentres dentro de sus zapatos ¿a quién no le ha sucedido? así que por lo que más quieras, asume que tus pensamientos pueden ser el peor de tus enemigos a la hora de empezar a ser un seductor. Salut!
Seducción 16
Hector dice
Si, eso es bastante común que uno mismo se haga ese tipo de pretextos para no actuar.